Hoy en día hay más de 1,2 mil millones de jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 y más de 280 millones de ellos sufren alguna enfermedad mental, según Naciones Unidas. Personas que son a menudo estigmatizadas y discriminadas, lo que a su vez puede desembocar en exclusión y desánimo a la hora de buscar ayuda por miedo a ser negativamente «etiquetados». Un efecto que se multiplica cuando existe un consumo asociado de drogas.
Según la definición que figura en la constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud no es solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, sino un estado de completo bienestar físico, mental y social. En los países en desarrollo, los trastornos mentales contribuyen más a la carga de enfermedad y discapacidad que cualquier otra categoría de enfermedades no transmisibles, pese a lo cual solo una pequeña minoría de personas con trastornos mentales dispone de servicios de salud mental en esos países.
Distintos estudios ponen de manifiesto que las enfermedades mentales tienen un impacto significativo en el desarrollo de los jóvenes y en su integración social y económica, incluyendo su empleabilidad. Por ello, es necesario que toda la sociedad -políticos, medios de comunicación, profesores y maestros, equipos sanitarios, etc- se esfuerce por superar este estigma y garantizar que puedan llevar una vida plena y saludable libre del aislamiento y de la vergüenza innecesaria, de modo que sean capaces de buscar de manera abierta aquellos servicios y apoyos que puedan necesitar.
Con el propósito de crear un mayor conocimiento sobre la salud mental que concierne a toda la ciudadanía, y al mismo tiempo combatir el estigma y los falsos conceptos que rodean los temas de salud mental, la OMS ha institucionalizado el Día de la Salud Mental, que hoy se conmemora.
Una base de datos multidisciplinar
Entre las acciones que durante el último año se han impulsado desde esta organización internacional, destaca la creación de una base de datos en línea con información sobre salud mental, abuso de sustancias, discapacidades y derechos humanos. El pasado mes de diciembre se presentó en sociedad, con el objetivo de ayudar a poner fin a las violaciones de las garantías fundamentales de las personas con discapacidades debidas a cuestiones de salud mental.
La base, llamada MiNDbank, también contiene políticas, estrategias, leyes y estándares de servicios que se implementan en distintos países, así como información y documentos internacionales clave. “Esta plataforma de uso fácil se estableció como herramienta para facilitar el debate, el diálogo, la defensa y la investigación sobre salud mental, para así mejorar los cuidados y promover los derechos humanos en todo el mundo”, explicó El doctor Michelle Funk, del Departamento de Salud Mental de la OMS,
La OMS lamenta que en algunos países aún se acostumbre encerrar a la gente con enfermedades mentales en centros que carecen de instalaciones adecuadas y que se les aísle o encadene a sus camas. Según el organismo, la base de datos ayudará a los responsables de elaborar políticas de salud a mejorar las condiciones de vida de las personas con ese tipo de discapacidad al conocer las experiencias de otros países que han avanzado en ese terreno.
El banco de datos está disponible en el portal de Internet de la OMS: MINDBANK.
